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¿Cómo estropear una sopa de gambas?

¿Sueles enfadarte con facilidad? ¿Descargas tu ira al primero que se pone por delante, sin un motivo claro?

En la orilla del mar, un joven sintió el picotazo de una gamba. Se puso tan rabioso que golpeó un cocotero, y a éste se le desprendió un coco que le dio en la cabeza a un gallo. El gallo se enfureció tanto que picoteó a un montón de hormigas. Las hormigas picaron con saña a una culebra. La pícara viborita mordió a un inocente jabalí, que a su vez descargó su malhumor lanzándose contra un platanero. Un murciélago, que allí dormía, cayó de cabeza y (a ciegas, claro) mordió la oreja de un elefante. El encolerizado paquidermo derribó la primera casa que encontró.

La dueña de la casa se enfadó mucho porque nada entendía. Fue a hablar con el elefante, pero éste le echó la culpa al murciélago. El murciélago culpó al jabalí, y éste culpó a la serpiente que, a su vez, culpó a las hormigas. Las hormigas culparon al gallo; el gallo, al coco; el coco, al muchacho, y el muchacho, a la gamba. Todos buscaron a la gamba en el mar y cuando la encontraronse la dieron a un sapo cocinero para que hiciera con ella una sopa. Pero en la sopa no había ni rastro de la gamba y todos se pusieron tan rabiosos que le propinaron al sapo una buena paliza.

La ira es perniciosa porque nos hace cometer errores tan graves como estropear amistades. Consejo: respirar profundamente varias veces antes de...

 

Cuento tradicional de India

 

Fuente: www.20minutos.es (29/09/2006)

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