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De la WWW al GGG: Gráfico Global Gigante

FRANCIS PISANI

Tim Berners-Lee plantea que las redes sociales suponen la entrada en la tercera edad de Internet

FRANCIS PISANI 27/12/2007 El País

EL GRÁFICO SOCIAL del que empezamos a hablar desde que Facebook se puso de moda se ha vuelto tan importante que Tim Berners-Lee estima que estamos pasando de la World Wide Web al Gráfico Global Gigante o GGG. Para Berners-Lee, estamos entrando en una tercera edad de la red de redes. El término Internet designaba la conexión de computadoras entre sí. Permitió ver que lo importante eran las máquinas y no los cables. "Obvio, realmente", dice ahora Berners-Lee en un tono que recuerda la fórmula en que Sherlock Holmes comentaba sus hallazgos con Watson.

Con la web, vimos que lo valioso eran los documentos que con ella creamos. "Internet vincula a computadoras, la web a documentos. Ya estamos en la tercera etapa y vemos que lo importante no son los documentos, sino de qué tratan. "El gráfico, escribe, puede ser el conjunto de conexiones entre ideas, gentes, lugares o cosas descritas en los documentos".

Para Berners-Lee "no son los sitios de redes sociales lo que interesa, sino la red social en sí. La forma en que estoy conectado, no la forma en que mis páginas lo están. Podemos usar la palabra gráfico para distinguirlo de web".

Posición distinta a la de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, para quien el gráfico social "es el conjunto de relaciones de las personas en el mundo". Más que como representación de nuestras relaciones, se ve a la Red como la representación de nuestras acciones, lo que le permite introducir el concepto de la web semántica (aquello que enlaza metadatos -informaciones sobre datos- para que las máquinas operen con más eficiencia).

¿Cuál es el interés de la propuesta? "Si pudiéramos expresar esas relaciones de una manera que se sitúe por encima del nivel de los documentos, entonces podríamos reutilizarlas en otros lugares de la Red", explica Berners-Lee. Aboga por la adopción de estándares abiertos y "portátiles". Para que funcione aceptablemente hay que dar más control al usuario sobre su identidad en línea.

En septiembre se promovió desde la Open Social Web una carta de derechos en la que se invitaba a los sitios web a darles a los usuarios la propiedad (y el control sobre su uso) de las informaciones que a ellos se refieren: las de su perfil, la lista de personas con las cuales están conectados y el seguimiento de sus actividades en red".

Para Berners-Lee, "pensar en términos de gráfico más que de web es esencial si queremos sacar provecho de la web móvil, del zoo de aparatos distintos que nos permiten acceder al sistema". No nos interesa la página en la que se hace una reserva de vuelo, mucho menos la de la aerolínea, sino la reserva. Buscamos información cada vez más detallada, "granular", identificable de manera única en una red de relaciones tejida por lo que hacemos. Ahí está lo interesante: la granularidad conectada.

Ann Zelanka, de GigaOm, critica que el gráfico social se subordine a otros niveles de la Red. "La web semántica tiene que ver con equipos con más capacidad de procesamiento y no con ordenadores que nos permiten ser más humanos, que es hacia donde apunta el gráfico social".

"No es así", replicó Nova Spivack, fundador de Twine, una de las primeras aplicaciones basadas en la web semántica (todavía en beta privada). Un gráfico social puede ser semántico o no. Recordemos que un gráfico es la representación de un conjunto de enlaces y de nodos. Lo semántico es agregar una capa adicional de datos a los datos para que las máquinas los manejen, y no sólo los humanos. De ahí el término gráfico semántico, mucho más fácil de reutilizar que un gráfico no semántico porque carga con su propio significado".

El cruce de opiniones permite agregar otro matiz a las redes sociales: lo importante va a ser menos el conjunto de la Red que su dinámica a través de sus enlaces. A pesar de las críticas, el término Gráfico Global Gigante podría tener repercusión. Según Google, el número de páginas que usan la expresión pasó de cero a 60.000l en 48 horas desde que Tim Berners-lee lo planteó. Y sigue creciendo.

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